Carta a un Vigilante

Estimado Vigilante,

Espero que este mensaje le encuentre bien. Estoy escribiéndola porque sus acciones contra los inmigrantes ilegales me afectaron. Comprendo sus razones para atacar los ilegales, pero no estoy de acuerdo.

Los inmigrantes no tienen otras opciones para vivir. En los países sur de los Estados Unidos, la pobreza significa que no come. Por lo menos, en los Estados Unidos puede sobrevivir en la basura. También, los inmigrantes trabajan donde otras personas no quieren trabajar, y trabajan por poco dinero. Los ilegales son la razón que las frutas son tan barato. Si paran todos los ilegales, quién trabajaría en los campos de agricultura? Estoy seguro que usted nunca iría.

Es verdad que los ilegales evitan el proceso de la ley para entrar, pero el sistema de inmigración está roto. Los ilegales dan mucho tiempo y energía, y soportan muchos riesgos para cruzar la frontera. Luchan banditos y pandillas, sacrifican sus familias y sus amigos, y hacen todo para tratar de unirse a su país. Porque usted no puede entender que lo es un gran honor? Debe ser gentil que el sur asocia su país con la libertad y la tolerancia—las mismas cosas que le gustan sobre los Estados Unidos—pero usted no comparte su suerte y su prosperidad con la gente desafortunada.

Es mi deseo que puede ver la virtud de los ilegales, y les perdona.

Atentamente,

Earnesto

Scott, Mi Primo

Cuando era pequeña, viajaba a la casa de mis tíos y sus hijos. Mi primo favorito fue Scott. Scott tenía doce años más como yo, pero siempre me caía bien. Nunca me dejó, y me llevaba contigo a todos los lugares cuando estaba allí.

Sin embargo, hace nueve años, él murió. Había estado en un choque y después entró en coma. Sobrevivía por dos semanas hasta dejaron el sistema que lo había preservado.

Cuando pienso en él, me recuerdo una navidad cuando recibí un juego de ajedrez. Estaba muy excitado, y él jugaba conmigo por toda la noche. Ocurrió un polémica sobre algunas reglas del juego, porque las reglas que ellos usaban no fueron las mismas reglas que yo usaba; las reglas yo usaba fueron las reglas oficiales, pero ellos las negaron. Jugaban un partido muy truncado; por ejemplo, no sabían la regla de “castillo” cuando usted traslada el rey y un torre. A pesar del hecho que el polémica fue muy grande y tonto, me recuerdo el día con buen humor porque, al fin y al cabo, todas las personas disfrutaron el día y la compañía. Existe amor entre todas las partidas que estaban supuestas. Siempre había alegre y sonrisas cercano de Scott.